miércoles, 23 de noviembre de 2011

19 10 2011

¡Maria! 19 de Oct

Nuestro primer cumple separadas piltrafilla y te echo taaaaanto de menos :( ...
Ahora no hay nadie a mi lado por las noches para darme la mano cuando tenga miedo, este triste o simplemente no me pueda dormir... Te echo de menos, ayer no me podía dormir porque te echaba de menos. Ahora la mayor parte del tiempo la casa esta silenciosa y soy yo la única, durante horas, que puede mover el sonido por el aire. Es muy aburrido... Pongo música.
Me sobra escritorio, ¡ahora es quilométrico! ¿Te acuerdas cuando nos peleábamos a la hora de limitar nuestro territorio?
... Hacemos un trato, yo me quedo con lo suficiente como para apoyar un libro y tu con lo demás, ¡pero si vuelves!...
He estado haciendo bocetos hasta las tantas y busqué tu presencia por la habitación para no sentir que era el único ser vivo en el mundo despierto. ¡Y no te encontré!
Los fines de semana aparentan ser fugaces ahora. Quédate hasta el Lunes o Martes, ¿Viernes? :D...
Tal vez si recortase cada cachito que ocupabas e hiciese un "colage" de casa, ya no sentiría ese vacío. Tal vez...
Hecho de menos también a Irene, ojala vinieras más findes, pero yo también me quedaría en Coruña de estar estudiando allí. Esque eres un gran apoyo, me siento segura contigo, Irene.
En definitiva, María, Irene: os quiero.

¡Felices 18 MARIA! ^^!!

Ahora sonríe :P, y se fuerte, que los primeros días siempre son complicados, yo también me sentí así, pero eres la chica mas maja y dulce del mundo mundial, ¿cómo le vas a caer mal a alguien?? ¡El viernes ya nos vemos!

Dedicado a Bea Rico



Abrí la puerta del pequeño armario del baño, de ahí saqué el secador. Lo enchufé y encencí, luego me senté con pereza encima de la tapa del báter, simplemente dejé caer todo mi peso sobre ella. No tenía ganas de dirigir el secador a mi pelo, estaba cansada... O triste.
Observé el lavabo situado en diagonal con mi asiento y me quedé embobada mirando los pelos enganchados por el agua al mármol.
Secador... ¿Pelos pegados al lavabo?
Ahí fue cuando se me ocurrió despegarlos utilizando mi arma letal expulsator air 3000.
Por eso, cuando entraste al baño, me encontraste en ropa interior, apuntando con el secador hacia el lavabo y con los ojos propios de un yonkie viciado.

lunes, 24 de octubre de 2011

Complicidad inteligible

X persona hipotética:   Hola. ¿Qué tal?
Yo: ¿Que qué tal estoy? Pues mira, ahora te diré simplemente que BIEN, aunque te mienta... Pues por que no hay confianza, por eso te miento, pero... ¡es que estoy flipando!...

>>Alegre desconocido, escucha... Mmmm, ¡no se lo que entiende la gente hoy en día por una relación!
De pequeños era fácil: dos amiguitos que juegan a ser pareja. Claro que en esos tiempos no existía carga sexual, ni los rasgos psicológicos nos llamaban la atención como para conectar. Que tontería, ni si quiera nosotros mismos comprendíamos nuestra personalidad.
>>En la adolescencia las chicas sueñan con enamorarse y tener novio, los chicos, bueno, los chicos ni idea, pero supongo que las dos partes coinciden en su interés o curiosidad por la atracción sexual... Simplemente es eso, en la edad del pavo casi no se siente el amor, la potente atracción sexual regulada por las hormonas de esta época y la ensoñación por sentimientos foráneos, son lo que nos "enamora".
Toda relación aquí, ¡es una IDIOTEZ! Un juego de niños.
>>Cuando ya has madurado solo un poco...

X persona hipotética: Espera, ¿cómo lo sabes?... No, mejor: ¿qué se siente en el amor?

Yo: Pues... El amor se siente cuando eres incapaz de definir la fina línea que separa la atracción con la amistad. Cuando la otra persona te da confianza infinita y sientes que sois uno solo, cómplices en el planeta tierra. Dos almas fusionadas y separadas dentro de seres independientes, que se comportan cual imanes, norte y sur, jin y jan. Conoces a esa persona de otra vida en otra época; te da confianza, como si fuese de siempre... Como si fueras tu mismo sin serlo, te puedes contar TODO.
>>Es la sensación más hermosa que he sentido en mi vida... Y, ¡no se si estaba enamorada! Si, yo, la que describe el amor y la que niega que los adolescentes hormonados sepan lo que es... YO! Si, yo! Yo no se si senti el amor! ¿Qué es el amor? ¿Si lo puedo definir por que no diferenciar?
>>Solo se que lloré de alegría al sentirlo; lo disfruté, pero no cuanto quise y se esfumo, no me di cuenta... Creí que sobreviviríamos a la distancia, incluso a las personas que nos rodean, pero hemos trazado caminos independientes y fuiste , mi amor, quien me lo desveló. Estaba ciega.
>>Ahora es el tiempo de aceptar un hecho que aun no veo real, ser solo... ¿Colegas? En fin, es raro.
Tuve mis dudas y aun sigo dudando, pero lo que sentía cuando él me acariciaba... Eran ganas de echarme contra su cuerpo y explorar su geografía con la yema de mis dedos. Su espalda y sus lunares, qué sexy.
...¿Estaré siendo tan solo superficial? No, quedarían cabos sueltos... ¿Si era solo atracción física por que disfrutaba tanto de su compañía? Además siempre he tenido en cuenta la personalidad de mi pareja. Muy en cuenta.
>>Me sentía genial con él.
>>... Sigo con ganas de acurrucarme entre sus brazos y su pecho.
>>Tal vez en un futuro me enamore y tal vez no sienta esa conexión tangencial que nos atravesó, y la buscaré, créeme que la buscaré y dudaré, pero a fin de cuentas el ser humano está hecho para amar, el amor es la pizca de sal que transforma nuestras vidas sosas en un plato de gourmet de primera calidad. Así que, amaré, no como a él, quizás más, quizás menos, más intenso o fugaz, pero amaré. Y cuando eso ocurra, sería afortunada de ser correspondida.

"La cosa más grande que se aprende en esta vida es amar y ser amado".

>>A todo esto que yo escribía para contarte mi filosofía respecto a las relaciones... Acabé hablando de amor.
>>Otro día te lo explico. Un beso amable desconocido.

X persona hipotética: ¿Te vas ya?
Yo: Si, adiós.
X persona hipotética: :)

 -------  ha cerrado sesión. 

jueves, 6 de octubre de 2011

Individuo complicado, enigmático

Me da miedo que mi relación contigo se remita a un puñado de palabras insonantes y desgastadas, que se degradan hasta desaparecer. Tengo miedo de que todos mis pensamientos sean para ti vapor en el aire y que perezcan tras la batalla continua en mi mente, que revive al yo escuchar tu voz.


Metáfora: Esas tres líneas hacen referencia a una relación que se ha convertido en solo recuerdos.
*remitir: dicho de una cosa; perder parte de su intensidad.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Amar...


Qué extraño es querer a alguien!
Qué confuso es querer a alguien, ¡sobre todo cuando no estás enamorado!
Qué bonito es el amor correspondido! Pero inútil el que resultó no ser mutuo.
Qué hermosa es la amistad entre dos almas idénticas...

viernes, 2 de septiembre de 2011

ILYCAC

Por que la magia está en la amistad que hemos construído a base de regalarnos el tiempo. Me gusta estar a vuestro lado niñas... Os quiero muchísimo.

Infinito firmamento


Me relaja la noche. El silencio del abrazo nocturno me acuna, el soplo del aire y la luz de las estrellas...

Muchas veces he soñado estar en aquella estación invernal que solía visitar de niña:
Habría ido de viaje, con amigos o con mi familia, y ya entrada la noche, mientras todos estuviesen envueltos en los finos velos de Morfeo, yo abriría los ojos en la penumbra. Y el reflejo de la luna en mis pupilas sería mi estrella guía en esta ruta, quiero decir, sería esclava de mi ilusión hacia el espacio exterior. 
Buscaría una puerta, tal vez esta daría a una terraza... Paso por ella, me cubro los hombros (con la manta que poco a poco se me había ido resbalando), pues acabaría de nevar y se siente más la brisa gélida de la montaña alta. 
En la terraza, encontraría unas escaleras que me llevarán a un aparcamiento. Bajaría y correría entre los coches hacia la entrada de la pequeña casa rural. En frente de la puerta principal, entre la nieve virgen, habría una roca. Esa sería mi butaca VIP para observar el cielo estrellado de la noche invernal de mis sueños.


Muchas veces he soñado y todas ellas despierta.

A veces reflexiono:
La ilusión misma, revive a personas ya envejecidas en alma por la amarga tragedia. El deseo es el alimento que nutre a la esperanza, la cual nos ilusiona.

sábado, 23 de julio de 2011

De madrugada: tercera parte.

EL FINAL


En casa recibí un mensaje en el teléfono móvil.
Descripción de un suceso hipotético, en relación al mensaje:

Llegué a casa con el pelo empapado. Por la mañana el cielo había estado nublado y justo, cuando decidí salir de mi madriguera, las nubes grises se desahogaron en una profunda lluvia resumida en chaparrón.
Pues abro la puerta y dejo las llaves encima de la mesita de la entrada (la que está debajo del espejo enmarcado en madera). Bueno, total, que llego y me encuentro toda la casa en calma. Camino hacia el salón y allí estás tú, sentado (muy serio) en el sillón color crema frente al televisor.
Dejo mi bolso en el sofá y me siento a tu lado. Te miro y tu observas el infinito, evitando mis ojos color marrón iluminado. Cojo tu cara, por el mentón, con mis manos frías y de uñas largas, y te digo:
-... ¿Pasa algo?- Con timidez, y rompo cada sílaba.
Tu me respondes con un breve silencio e intensa mirada, acto seguido te deshaces de mis zarpas y sitúas tu punto de vista en la televisión apagada. Tus codos se fijan sobre tus rodillas, manteniendo erguidos los antebrazos, de las manos, en las que se asienta tu mandíbula.
-Estoy incómodo con algo.
-¿Cómo? -Pronuncio confusa. -¿Con qué?... ¿Eh?- Te insisto intrigada o desesperada, (es que en realidad... sospechaba tu sentencia).
Sigues en silencio, así que cojo y me inclino hacia delante hasta topar con tu iris azul. Te pido con los ojos una explicación.
-¿Incómodo con qué?- Recito.
-¡CONTIGO! - Me dices y percibo como tus labios asesinos, transforman mis ojos en dolor húmedo.
Silencio en toda la sala. El televisor sigue apagado, la ventana está cerrada, las macetas patrocinan la vida que sostienen y, de pronto, nace el susurro de la lluvia tras el cristal. 
No te pedí explicaciones, pero si te reproché tu decisión.
-No. Escucha, quiero rehacer mi vida, empezar otra vez... He estado pensando y "bla bla bla"...- Todo me sonó a escusa, simplemente te aburro ya e intentas suavizar la noticia.
Me quedé callada escuchando, después fingí lo mejor que pude que no me importaba nada de lo que me habías comentado

Entonces, me dirigí al baño y me desnudé encima del mármol congelado. Apoyé mi peso en el lavabo, me miré al espejo y estudié mi expresión. "¡Qué haces!, ¿recuerdas lo que te prometiste a ti misma? Ningún hombre podía molestarte. Además, sabías que esto pasaría tarde o temprano, él no era para ti. Teníais intereses muy diferentes: él quería experimentar, tú una relación formal, y sabías que con él no funcionaría".

Y allí, en el baño, mientras discutía conmigo misma, en ropa interior y con una botella de ginebra barata a mi vera, prometí dedicarme exclusivamente a existir, sola.
Después me calenté en la ducha, pero el cielo seguía nublado y la lluvia caía.



jueves, 30 de junio de 2011

De madrugada: segunda parte.

Y ahí estaba yo, en la otra punta de la playa con mi amiga. Habíamos empezado a caminar y caminar y nos habíamos parado justo en frente de un edificio con música a todo volumen.
Las demás chicas de nuestra pandilla llevaban ahí un rato y las pillamos sacándose fotos y montándose unas sobre otras como pequeños cachorros juguetones.

Cuando decidimos volver a nuestro pequeño campamento, mi amiga y yo encabezamos la marcha dejando atrás al resto del grupo. Nos echamos a correr y a gritar, queríamos hacer el payaso a toda costa, pues era de noche y estábamos en una playa lejos de la ciudad, rodeadas de personas con ganas de fiesta y música de fondo! La receta perfecta para enturbiar nuestro sentido común. Entonces, comenzó a sonar la famosa canción de Amaral "Sin ti no soy nada". Yo me sabía el estribillo y alguna otra parte, no pude evitar motivarme y contagiar esta emoción a la chica que me llevaba de la mano. Nos pusimos a gritar como dos locas, corriendo!... Y fue justo en ese instante cuando apareciste entre las sombras coloreadas por la luna y al lado de ella, para verme hacer el tonto en todo su explendor. Yo te miré de reojo, pero disimulé. No me atreví a girar la cabeza y mirarte. ¿Me viste?... No podía verificar que en serio eras tu, mi miopía emborrona las caras, pero sentía que si, por tu forma de andar.
 Y si no saludé fue porque... Bueno es obvio por qué no saludé.
P.D: me gusta la sudadera azul marino que llevabas aquella noche, era así como abrazable.

lunes, 27 de junio de 2011

De madrugada: Primera parte

Allí festejamos la llegada del solsticio de verano, entre el humo, los colores cálidos y la pureza del fuego, que ardía con la fuerza que había heredado del pinar.
Estábamos en la playa, sentados en las toallas y respirando ceniza unos al lado de otros, entre gritos, risas y palabras. A mi me apetecía tumbarme y restregarme contra ti, pero eso no pasó.

Mi sudadera gris sobraba al lado de aquella hoguera, la cual habíamos montado con apenas veinte troncos apilados, así que solamente duraría un par de horas. Me quité la prenda mientras pensaba. Pensaba mientras miraba las llamas de la madera que se consumía en frente de mi. Bebía también, y el vodka coloreó mis labios.
En mi reflexión te recordé hace un sábado, cuando los dos delinquimos sin arrepentirnos, bajo la piedra asfaltada. Recordé un abrazo y sonreí al pensar en cómo entraste en tu casa de madrugada y volviste a bajar.

Luego, me apeteció echarme a correr hacia la orilla y esperarte. Lo hice... Pero no te esperé, pues sabía que no vendrías ya que te había visto ocupado con ella. Desconocía que estabas resolviendo aquella cuestión.
Cuando llegué a mi meta, mis piernas frenaron en un dulce retroceder, fue como bailar. Las olas peleaban por empapar mis pantalones, me escapé. Parada, con mis pies desnudos sobre la arena mojada, observé el firmamento y me acordé de cuando me dijiste que podías ver desde tu ventana las estrellas. Te imaginé en tu cuarto a solas contigo mismo, mirando el celeste cielo oscurecido, mientras la brisa te daba sobre el rostro y tus codos reposaban sobre el alféizar de pizarra. Te imaginé así, contemplando, con tus ojos azules inundados de nostalgia, no se por qué.
Oí mi nombre a treinta y dos metros de distancia, y así fue como deje atrás el efímero aislamiento al que me había sometido... Al volver, el alcohol se aceleraba por mis venas y fue ahí cuando paré de imaginar y comencé a hacer el idiota. Incluso te nombré protestándote, para luego no decirte nada...

sábado, 2 de abril de 2011

Un punto de inflexión

A Bea Rico,
pese a que tenía otra historia en mente,
no se si te gustará esta, otro día te hago una en plan guay,
esque hoy me dio por ponerme a pensar.

Cúantas veces habré escuchado la palabra madurar... Al principio la odié con todas mis ganas porque quien me lo decía pretendía que yo tomara conciencia de todo demasiado temprano en mi vida...
Y antes estaba ciega,  aquel que no ve, no sabe qué no ve. Cobré mi vista a eso de las tres de la tarde de un día de invierno, ya cercano a la primavera. Pude ver como los copos se deshacían en mis venas y comenzaban a fluír, debajo de mis pies la arena se mezclaba con el agua congelada que poco a poco, callendo, le abrazaba. A mis lados el océano, a mi espalda una isla, ¿o quizá una península? El tiempo que había transcurrido desde mi nacimiento era demasiado breve como para discernir completamente el lugar donde me encontraba. Cerré los ojos por un momento y me cercioré de que al abrirlos seguiría captando mi ignorancia anterior ya inexistente. Fue duro llegar a situarme...

Innuberables veces he tenido que respirar aquel humo volcánico que impregnaba completamente la atmosfera que me rodeaba, era todo tan oscuro e impreciso. Lloré, también reí.
La adolescencia es complicada, es complicado empezar a notar tu vista nublada porque no tienes ni pajolera idea de lo que son todas aquellas figura borrosas que nunca habías visto. La adolescencia es complicada, por primera vez sales de la celda en la que has estado durante años y te ves solo ante el mundo. Tener miedo, complejos sobre todo complejos... No saber actuar y el miedo. Por otro lado es precioso experimentar por primera vez una serie de acciones que antes veías lejanas y que no entendías.
Pienso que en la adolescencia es cuando uno se empieza a preocupar más por su aspecto, solamente es parte de nuestro instinto natural al que siempre estaremos atados... Fomenta la atracción y así la descendencia y la evolución de la especie.

Madurar... Cúantas veces odie esa palabra, cúanto la uso ahora en mis pensamientos pues pronunciarla ya no es necesario, ya nadie me habla de ello, ahora me llaman "chica": Papá, ¿por qué esa chica corre por la calle? Es lo que le entendí a una niñita que me señalaba mientras yo me apresuraba. Peque, lo hacía porque quería llegar lo antes posible a mi destino, no me apetecía más perder el tiempo andando, tenía cosas que hacer. La creciente responsabilidad que me arroya es lo que tiene.
Aún así mi padre sigue viendo en mi imperfecciones que solo se arreglan con el tiempo, como la puntualidad, soy consciente de ella al menos, papá. Creo que a veces sigue encerrado en aquel mundo en el que él empujaba mi bici para que aprendiera a andar en bici sola y sin ruedines.

Madurar...
Ahora ya se que es lo que hago aquí, se quien soy yo.

martes, 22 de febrero de 2011

Te lo debía, aquí está: Indeseable adiós

22/02/2011

¿Y...?, ¿Si siento una profunda nostalgia...? Conozco inciertamente cúal ha de ser la razón de esta, pese a que mi subconsciente se esmera por enredar mis pensamientos desordenados. La tristeza que añora una parte de mi, se vuelve incómoda. Soy consciente de que la perdí y sería innoble volver a "él" a recuperarla, no hay marcha atrás. Pues tomé una decisión y es injusto cambiar de parecer repentinamente después de haberme dejado guíar por un impulso del todo irresponsable e inseguro, pues nadie me aseguró de que mi dudosa elección fuese a prosperar triunfalmente, como yo deseé y sigo deseando de algún modo.
¿Mi decisión ha sido acertada?¿Me he condenado? Solo lo sabe el tiempo.

Escribo estas líneas en un desesperado desahogo que grita suplicando una respuesta, consciente de que dificilmente la obtendré, consciente de que estas líneas probablemente sean descifrables para nadie. Así procedo a preguntarte si hice bien, si tu también te perdiste en aquella noche de un sábado tan cercano, por el contrario, extraño. Te hecho de menos. ¿Qué fue de ti?

domingo, 6 de febrero de 2011

Inexplicable dilación

El tapizado de terciopelo, color borgoña y con tachuelas doradas, sostenía mi cuerpo desfallecido y cansado. Las manos que mantenían mis piernas encogidas, y estas mismas, presentaban una aceitunada piel pálida, que acariciaba dulcemente el albornoz de seda cual vestía a mi figura. Mientras, mi inexpresivo ceño fruncido se enlazaba con una sonrisa apaciblemente farsante...
Las ondas de mi cabello se desdibujaban en zonas por las cuales se intuían marcas de acciones pasadas, como la de unos dedos desesperados arrastrados por la pasión que habían despeinado cada mechón.
 El puro que yacía sobre el cenicero de la mesita de madera de roble, contigua al sillón en el que me encontraba, se consumía lento, evocando sutilmente su muerte, desprendiendo un melancólico humo gris. Yo lo observaba, ¿por que no opondría resistencia al destino impreso en su ser? ¿Por que se mostraba tan sumiso a la llama que lo consumía?
Un rallo de sol crepuscular adormecía mi serena mirada, mientras, una gota de rocío caía sobre mi tez.

Suelen deshacerse lágrimas en mis ojos. El capricho de la incertidumbre copiosa de mi vida y su eterno existir, fluyendo a través de un expedito camino verde... me embelesan y consumen.

¿Cúando piensas perder la esperanza? El estado de standby en el que vives perdurará hasta que asumas que no hay más salida que aceptar la ínfima parte de lo que deseas.
Vive simplemente el presente y no desees en exceso, de ese modo descartarás las posibles desilusiones y vivirás sorprendentes sensaciones espontáneas y sinceras.



miércoles, 12 de enero de 2011

No comprendo ahora. Déjame. No, mejor, ¡te dejo!

¿Ya? ¿Qué?
¿Y cómo quieres que me comporte ahora?
¡A veces, siento rabia de no comprenderte!
Solo a veces.
¿Ya? ¿Qué?
¿Y por qué tengo que aguantarte imbécil?
¡A veces, siento rabia de tu ser desaprensivo!
Esto a veces.

No me engañes, engatusante orador. No te creo. ¡No me hables!