lunes, 12 de noviembre de 2012

Robe y El Pájaro Azul

Era viernes en noviembre,
me duchaba y en la mampara
se escurría tu nombre.

La luz templada, viajaba a antaño
cuando cantando, te escuchaba,
entendía el desorden.

Dime tú, una vez más voz profunda,
que no existe jefe en este mundo
que juntos somos fuertes,
siempre hemos sido hermanos...

Tú me entiendes.
Yo te entiendo,
¡ahora espera al mundo entero!

Quizás las utopías sean posibles solo cuando no nos falte de nada.

domingo, 3 de junio de 2012

Mañana

No me quieras. No se querer, así que no me ames, por favor.

sábado, 3 de marzo de 2012

¡Tan difícil no besarte!

Nos tumbamos, y las yemas de tus dedos se posaron en mi cintura como imán incandescente. Así iniciaron el siguiente recorrido; dejaste caer tu palma sobre mi vientre y las caricias se deslizaron en vaivén de miel hacia mi pecho. Alcanzaron mis costillas: acompasamos respiración y movimiento piel con piel.
¡Temí que notaras el fuerte tempo de mi palpitar en allegro prestissimo con fuoco!
Tu nariz en mi mejilla, mi mejilla sobre tu brazo, tu otro brazo sobre mi pecho y mi pecho, paralizado. Cerré los ojos dirigiéndolos paralelos a los tuyos... Mi aliento se desplomó al llegar la luz de tu reflejo. Me atravesaste el alma en menos de medio segundo que pareció eterno cielo.

lunes, 2 de enero de 2012

Tiempo

Lucha continúa en espiral, que siempre desemboca en un mismo destino (la muerte); así es la vida.
Nos consumimos lentamente, pero nos consumimos. Más velozmente lo hacemos conforme envejecemos...
 Y ahora que lo he admitido y he podido asimilar, disfrutare de cada punto en el que conserve mi existencia, pues puedo apreciar lo que tengo y lo que tengo es un tesoro. No, es vida.