-Escucha, fuiste tú quién propuso venir, ¿ahora te echas atrás?
-Claro que no... La espesa arena retrasa mis pasos.
-¡Qué creíble suenas! Jajaja, al final seré yo la valiente...
-¿Me estás llamando cobarde?
-Noooo... ¿En qué te basas? Jajaja
-Grrr...
-¡No me toques! Suelta mi brazo, te lo ordeno.
-Lo haré en cuanto dejes de mirar mis labios, nena.
-¡Tonto el último!
-¡Corro más que tú listilla!
-Seg...gu...ro... ¡PssSS!
-¡Te cogí! Qué cintura más estrecha chica, deberías empezar a merendar o algo así...
-Ya lo hago señorito.
-Mmmmmm.
-¿No me crees?
-No, no es eso, estaba pensando en que...
-¿En que...?
-En que puedo hacer así, cogerte, en, brazos, y... Tirarte al agua jajaja.
-¡Eso! ¡Corre!
-Jajaja pareces un caniche mojado, adiós a tus rizos.
-¿Qué haces con eso? Como oses sacarme una foto...
-¿Solo una? Eh, eh, eh, no me salpiques que tengo el móvil.
-Haberlo dejado en el coche.
-Haberte dejado en el coche.
-Te aburrirías, admítelo.
-Es cierto, pero tendría un móvil seco.
-Y el pelo seco.
-Y la sudadera seca.
-Y los labios secos...
-¡Qué agradable los pies en la arena!
-Tengo buenas ideas.
En mi blog, escribo trozitos de mi vida. Escribir me desahoga, por eso lo hago. Subrayas ideas confusas; te aclara. Además, no hay mejor confidente que la palabra escrita; incluso puede guardar secretos descifrables solo por aquellos que sepan sentirla. En versos. Se escriben secretos... "Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro." (Carlos Ruiz Zafón)
lunes, 29 de julio de 2013
sábado, 13 de julio de 2013
No hay verano hasta el 19 de julio
El aire huele a verano, su perfume me acaricia y yo giro con los brazos extendidos y las palmas abiertas emulando su abrazo, relajada, dejando que mi piel toque la brisa sin esfuerzo.
Giro y, a cámara lenta, mi vestido flota en el aire suspendiendo a cada milisegundo su vuelo ondeante, mi pelo entra en éxtasis y mi sonrisa crece.
Reduzco la velocidad, mi expresión varía paulatinamente, cierro la ventana de mi habitación y sigo en pijama, cerca del escritorio donde me reclaman a gritos y agonías mis apuntes.
Solo quedan seis días para finalizar el calendario de exámenes de mi maldita universidad, que ha decidido ir a destiempo y alargarlo una semana más que sus semejantes.
Aspiro profundamente y me calmo. "Visualiza el viernes que viene, visualiza tu meta..."
Giro y, a cámara lenta, mi vestido flota en el aire suspendiendo a cada milisegundo su vuelo ondeante, mi pelo entra en éxtasis y mi sonrisa crece.
Reduzco la velocidad, mi expresión varía paulatinamente, cierro la ventana de mi habitación y sigo en pijama, cerca del escritorio donde me reclaman a gritos y agonías mis apuntes.
Solo quedan seis días para finalizar el calendario de exámenes de mi maldita universidad, que ha decidido ir a destiempo y alargarlo una semana más que sus semejantes.
Aspiro profundamente y me calmo. "Visualiza el viernes que viene, visualiza tu meta..."
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