Lucha continúa en espiral, que siempre desemboca en un mismo destino (la muerte); así es la vida.
Nos consumimos lentamente, pero nos consumimos. Más velozmente lo hacemos conforme envejecemos...
Y ahora que lo he admitido y he podido asimilar, disfrutare de cada punto en el que conserve mi existencia, pues puedo apreciar lo que tengo y lo que tengo es un tesoro. No, es vida.